El jamón se acabó
En realidad se acabó hace mucho, creo que ni llegó a Reyes. Pero estaba todavía en el jamonero, luciendo tipo fino, casi en los huesos. Era el único en esta casa que al terminar las Navidades estaba más delgado.
Me daba pena quitarlo del soporte, pero lo tuve que hacer, molestaba mucho, total para nada. Serré la parte aprovechable del hueso con la sierra de calar,fué un número, se llenó toda de grasa y se me escurría. Como mi hijo ya se fué, me tuve que apañar yo sola. La niña no vale para el bricolaje, lo suyo es lo intelectual, y esto no lo era.
Mientras lo troceaba, recordé cuantos buenos momentos nos proporcionó a lo largo de las vacaciones. En esta casa hacía mucho que no entraba un jamón entero de categoría; hubo tiempos mejores en los que los jamones, a veces venían por parejas, como Dios manda, como el cerdo los luce, de dos en dos, como debe ser, porque...¿ a quien le gusta un gorrino cojo?
El dia que el jamón entró en casa nos invadió una especie de excitación y todos lo queriamos empezar, pero mi hijo Willy se impuso: "esto hay que hacerlo bien",dijo,"nada de chapuzas". Nos bajamos de Internet un video "Ritual Del Corte Del Jamón", para seguirlo a rajatabla. No sabeis el placer que produce hacer las cosas ásí, comm'il faut.Además evitó discusiones familiares, que ya sabeis lo que proliferan en Navidad.
Cuchillos afiladisimos, finos como arcos de violín, postura erguida, un pie ligeramente adelantado... y a cortar...
Comerlo también tenía su gracia, pero cortarlo...eso era lo mejor. Aunque esté mal decirlo, mi estilo era fantástico, parecía una violinista de la Orquesta de la Opera de Viena. Y el Concierto nos gustaba más que el de la Televisión.
Pero todo se acaba en la vida, y ahora sus restos yacen en el congelador envueltos en papel albal, esperando darle a algún cocido algo de aquella música divina que nos amenizó la Navidad.
Me daba pena quitarlo del soporte, pero lo tuve que hacer, molestaba mucho, total para nada. Serré la parte aprovechable del hueso con la sierra de calar,fué un número, se llenó toda de grasa y se me escurría. Como mi hijo ya se fué, me tuve que apañar yo sola. La niña no vale para el bricolaje, lo suyo es lo intelectual, y esto no lo era.
Mientras lo troceaba, recordé cuantos buenos momentos nos proporcionó a lo largo de las vacaciones. En esta casa hacía mucho que no entraba un jamón entero de categoría; hubo tiempos mejores en los que los jamones, a veces venían por parejas, como Dios manda, como el cerdo los luce, de dos en dos, como debe ser, porque...¿ a quien le gusta un gorrino cojo?
El dia que el jamón entró en casa nos invadió una especie de excitación y todos lo queriamos empezar, pero mi hijo Willy se impuso: "esto hay que hacerlo bien",dijo,"nada de chapuzas". Nos bajamos de Internet un video "Ritual Del Corte Del Jamón", para seguirlo a rajatabla. No sabeis el placer que produce hacer las cosas ásí, comm'il faut.Además evitó discusiones familiares, que ya sabeis lo que proliferan en Navidad.
Cuchillos afiladisimos, finos como arcos de violín, postura erguida, un pie ligeramente adelantado... y a cortar...
Comerlo también tenía su gracia, pero cortarlo...eso era lo mejor. Aunque esté mal decirlo, mi estilo era fantástico, parecía una violinista de la Orquesta de la Opera de Viena. Y el Concierto nos gustaba más que el de la Televisión.
Pero todo se acaba en la vida, y ahora sus restos yacen en el congelador envueltos en papel albal, esperando darle a algún cocido algo de aquella música divina que nos amenizó la Navidad.
12 comentarios
jules -
beca -
Cordelia-Sol -
Goyo -
Vamos, digo yo.
(¿¡Cordelia!? ¿No eras Sol?)
beca -
besos
Nuberu -
Juanra -
Geyperman -
Pues mira, unas virutillas de ese jamón me hubieran dado a mí una alegría!!! tres meses sin saber lo que es un mal jamón, o un choricillo de guisar o un triángulo de queso manchego... ni siquiera una miajilla de lomo ibérico. Ayyyyyyyyyyyyyyyy...
betty -
JaviWoll -
Fran -
kizz -
Es el que más adelgaza haciendo engordar al resto :)